Pues el caso es que llevábamos años queriendo hacer una de las grandes simas del norte de la provincia y gracias al trabajo y entusiasmo principalmente de Valentín y Lyan lo hemos conseguido. Para disfrutar todos este fin de semana, ellos han tenido que venir varios día para localizar las bocas y preparar la travesía CM6-CM20, la idea inicial. También invitamos a nuestros amigos de Altoduero para disfrutar con nosotros de esta cueva y como no, ellos le dieron una vuelta más a la actividad queriendo llegar a -400, además de hacer la travesía.
Tras varios correos y llamadas al final nos juntamos 14 para la actividad. Los sorianos pasaron el viernes por Burgos para preparar el material en nuestra sede y acercarse a dormir al albergue de Espinosa de los Monteros. Nosotros preferimos madrugar y juntarnos todos en las Machorras.
El día buenísimo, así que nos desplegamos en el Bernacho. Hicimos dos grupos sorianos e infiltrados (Lyan y yo) que entraríamos por la CM20 con intención de llegar a -400 y la sección de espelo del Club que instalarían la CM6. Para luego irnos a pasear entre hayedos en busca de nuestras simas.
La primera que encontramos fue la CM20 a la que nuestro guía Lyan nos llevó sin titubear (todo un lujo encontrar la boca tan rápido).
El frío que sale del pozo nos recuerda la importancia del sistema y sin perder tiempo empezamos a instalar
Los pozos son limpios y según vamos bajando van ampliando sus dimensiones.
Así que rápidamente llegamos al cañón con un exiguo riachuelo, mermado por la gran sequía del verano.
Allí los del pozo directo, una hermosa marmita desfondada, vamos al encuentro de los que se han quedado instalando el Agüe. El barranco es una sucesión de playas arenosas, intercaladas con marmitas de hermosos tonos caoba. Una vez juntos volvemos a bajar por el cañón siguiendo las aguas, que nos van adentrando en las entrañas de la montaña.
Tras otro pozo las galerías se van reduciendo y nuestro contacto con el agua se va intensificando, teniendo que compartir algún paso estrecho con ella. Pero de repente llegamos a un salto de unos 8 metros. Una zona donde la galería se vuelve a ampliar y una hermosa poza de aguas cristalinas nos espera. Como locos buscamos los espits que nos permitan continuar, pero tras rastrear todas las paredes sin éxito Josemi saca la maza y empieza a buscar la mejor ubicación. Las hermosas paredes de arenisca nos engañan una y otra vez. Suenan bien pero los tacos no agarran, desesperados probamos en el suelo junto al agua donde aparece un viejo espit dañado que solo acepta medio tornillo. Tras varios intentos y una hora bajo un incesante goteo decidimos dejarlo para otra ocasión y los sorianos empiezan a celebrar su casi -400.
Empezamos a desandar el cañón hasta el Agüe donde nos vamos a buscar la conexión con la CM6. Pero antes de tomar la conexión no nos resistimos a visitar estos maravillosos cristales que recubren las paredes de este meandro.
Tras deleitarnos un rato decidimos seguir buscando la conexión y al equipo de la CM6, que nos extraña no haber visto. La inquietud nos dura hasta el inicio de la sala del bloque donde por fin nos reunimos.
La alegría es grande porque vemos conseguida la travesía. Nos intercambiamos información del camino que nos queda a cada grupo mientras reponemos las fuerzas. Y al rato empiezan a sonar los vamos, vamos porque todavía queda tomate.
La sala del bloque nos impresiona por las dimensiones y por el "bloque" que la da nombre. ¡¡Que miedo estar allí el día que se cayó!!. Pero lo peor es la sala del cacao que nos desespera con tanto sube, baja, gira...suerte a los incontables hitos colocados por nuestros amigos y que nos llevan sin pérdida hasta los pozos de salida. ¡¡Que pozos!! Grandes, lisos, circulares....
Nos quedan 200 metros tirando de puño y las hora ya se van notando. Casi es domingo y tenemos ganas de ver las estrellas. Las tiradas son largaass, sin casi fraccionamientos y las cuerdas nos acunan con tanto chicleo. Pero los meandros que conectan cada pozo con el siguiente nos ayudan a despertarnos mientras intentamos no bajarnos más de la cuenta en nuestro camino.
Por fin llegamos a la boca y la noche es cinco estrellas, con unas vistas infinitas y una luna....
Lyan vuelve a ser nuestro lazarillo y pronto encontramos el camino de subida.
En el Bernacho nos volvemos a juntar los dos grupos y mientras recogemos "rápidamente" nos contamos las aventuras pensando en la cena, la cama, la ducha....
Al día siguiente tras arrasar con el desayuno del albergue volvemos al Bernacho para desinstalar los pozos, un paseo en comparación con el día anterior. Dos grupos pequeños entramos por la CM6
y la CM20 para recoger y disfrutar del hermoso día de otoño y del paisaje.
Mientras comemos surgen nuevos proyectos y otra posible visita a la zona el próximo año...
La comida nos sabe como un menú de un cinco estrella, pero con estas vistas es fácil.
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